Desde entonces, me he encontrado con muchas personas que han realizado el mismo camino, y todos hablan de la experiencia como de algo maravilloso. Invito a quienes se plantean hacerlo que superen sus dudas y se lancen a la aventura. Merece la pena. No es sólo un camino para unas semanas. Puede suponer también un nuevo modo de ver la vida y de empezar a acoger con una nueva disposición “lo que surja al caminar”.
La cosa va de caminos no trazados, de voluntad de andar, aunque no importe tanto la meta, de vivir el día a día acogiendo lo que surja... De ahí el título. Quiero dejar esta página abierta a lo que surja, para escapar de la esclavitud de tenerlo todo programado, para mantener la voluntad de aprender del propio camino que voy realizando.
lunes, 1 de agosto de 2011
En el camino de Santiago
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