La cosa va de caminos no trazados, de voluntad de andar, aunque no importe tanto la meta, de vivir el día a día acogiendo lo que surja... De ahí el título. Quiero dejar esta página abierta a lo que surja, para escapar de la esclavitud de tenerlo todo programado, para mantener la voluntad de aprender del propio camino que voy realizando.
jueves, 4 de agosto de 2011
La gente de la calle
Hace dos años conocí a unas personas a las que sigo admirando y de las que me siento feliz de considerar amigos. Se trata de un grupo de hombres y mujeres que se denominan "Comunidad de Sant Egidio". Con ellos he podido acercarme a la gente de la calle, que vive en pleno centro de Madrid, y que sabe lo que es vivir en auténtica penuria. Todos los miércoles nos vemos en la ruta que realizamos, a la que nos encaminamos con alimentos y ropa, pero sobre todo con el deseo de ofrecer cercanía y calor humano, que es lo más importante. No es nada extraordinario, de verdad, porque decir lo contrario sería mentir. ¡Es tan poco lo que hacemos! Sin embargo, ¡es tanto lo que hay que escuchar, lo que se puede compartir con la excusa de la sopa caliente del invierno o del gazpacho frío del verano! Quiero animar a los miembros de la comunidad, a los que están siempre ahí, sea nochebuena, nochevieja, final de la copa del mundo, día del propio cumpleños... ¡Siempre, nunca faltan a la cita! Y quiero saludar a los amigos de la calle, los que nos conceden el privilegio de su confianza y su apertura.
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